El Amor a Bordo: Historias en alta mar en el Día de San Valentín

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El Día de San Valentín no solo se celebra en tierra firme, sino también en alta mar, donde el amor y las relaciones florecen de maneras únicas. Trabajar en un crucero es una experiencia llena de oportunidades para conocer personas de distintos entornos y culturas, y compartir momentos que se convierten en recuerdos inolvidables.

Sin embargo, mantener una relación en un ambiente tan dinámico como un barco no es tarea fácil. La convivencia diaria puede fortalecer los lazos, pero también exige madurez, respeto y un equilibrio constante (y diario) entre la vida profesional y personal. Para muchos tripulantes, el crucero se convierte en el escenario perfecto para historias de amor que trascienden las fronteras del mar.

Amor entre miembros de la tripulación

La confraternización en el lugar de trabajo a menudo está mal vista en las empresas porque puede afectar negativamente el desempeño laboral. Sumado a casos de favoritismo que podrían llegar a darse, sobre todo si el amor ocurre entre diferentes niveles: oficiales, resto de la tripulación o Jefes de Departamento.

Que se desarrollen amistades y romances a bordo es muy común en los cruceros. Esto es porque los tripulantes viven y trabajan en el mismo lugar y no tienen la posibilidad de tener días libres para conocer gente en otros lados.

Además, la mayoría comparte habitación con otro empleado de su mismo departamento por lo tanto la convivencia en una misma cabina es difícil. Para poder vivir con una pareja se debe tener cabina individual. Otra situación recurrente es que muchas veces la tripulación tiene arreglos particulares, pero no son nada fáciles de conseguir.¡Pero hay historias que superan la realidad! Pregúntele al Capitán Tony y Renee Ruggero, quienes se conocieron a bordo del Crucero Sun Princess original. Después de 23 años, los dos siguen navegando, ¡a veces con sus gemelos de 19 años!

¿Qué hay sobre el romance entre tripulantes y pasajeros? 

A pesar de las emociones que surgen entre los tripulantes, hay reglas claras cuando se trata de romances a bordo. ¿Está permitido el romance entre tripulantes y pasajeros? La respuesta es rotundamente no. Las políticas de la mayoría de las compañías de cruceros prohíben estrictamente cualquier tipo de relación romántica entre la tripulación y los huéspedes.

Estas regulaciones existen para asegurar el profesionalismo, garantizar la seguridad y evitar situaciones incómodas o de acoso. Si un miembro de la tripulación es sorprendido en una relación con un pasajero, las consecuencias pueden ser severas, incluyendo sanciones, suspensión o despido inmediato.

Así que, mientras celebramos el amor en todas sus formas este 14 de febrero, es importante recordar que, aunque el mar puede parecer el escenario de romances inolvidables, las reglas a bordo son claras para garantizar un entorno profesional y seguro para todos.